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¿Y los suegros qué?

 

“Vivir juntos es un arte, un camino paciente, bonito y fascinante que se sustenta en tres palabras: permiso, gracias y perdón. A pesar de esto, no existe ni la familia, ni el marido, ni la mujer perfecta… ¡y mejor ni hablemos de la suegra perfecta!”. Con estas palabras se dirigía el Papa Francisco a 20 mil jóvenes que asistieron al encuentro celebrado en el Vaticano con el motivo del día de San Valentín hace menos de dos meses.

 

En la vida de pareja hay una gran cantidad de factores externos que pueden llegar a afectar negativa o positivamente una relación. Probablemente el típico y más conocido ejemplo que se nos viene a la cabeza es la conocida figura llamada suegros. No importa que tan grande sea el amor entre dos personas, es inevitable saber que la entrada de los padres de alguna de las partes a opinar y/o a dirigir la vida de algunas parejas va a complicar la convivencia entre todos los involucrados. Puede que esto ocurra más en unas relaciones que en otras, o que al comienzo todo sea “color de rosas”, pero los roces o las discusiones con los suegros en algún momento llegarán.

 

El abanico de temas para los altercados es más que amplio: dónde vivir, dónde viajar, si viajar o no con los suegros, los planes durante el viaje con los suegros, la aerolínea en la cual se viaja, el color de las paredes del cuarto de los nietos, el diseño de la cuna de los nietos, el nombre de los nietos, el colegio de los nietos, el deporte que hacen los nietos, la ropa que usa el yerno o la nuera, las discusiones políticas, las cirugías de la una o de la otra, etc. Así como hay temas serios y objetivos que causan encontronazos, hay peleas por una cantidad de bobadas que en el fondo terminan siendo un cero a la izquierda.

 

Aparte de las disputas que se pueden dar, es crucial el primer encuentro que se tiene con los suegros. En estos casos la primera impresión que se da es bastante importante para el futuro de la relación con su pareja y con los padres. Hay ciertas acciones y situaciones que se deben obviar, por lo menos al momento de conocer a los suegros, para no pasarse del margen con ellos. Incluso, hay quienes piensan que los años no le dan derecho a una persona a coger ciertas confianzas con los padres de su pareja, y a pesar del tiempo siguen trazando una raya la cual no están dispuestos a cruzar en ningún momento. Claramente este “margen” es diferente para cada persona, pero a continuación unos pequeños consejos para que no lo pillen del otro lado de la raya sin que usted no se haya dado ni cuenta, sobre todo durante el primer encuentro con los suegros:

 

1. No tartamudear y mucho menos decir cosas sin sentidos y/o estupideces.

 

2. Si le sirven algo de comer que no le gusta, ¡le tocó comérselo!

 

3. Cuidado cuando le toque ir al baño, no quiere taparlo, hacer ruidos extraños, dejarlo oloroso ni pedir más papel higiénico.

 

4. Tener cuidado con su estómago, no quiere que cualquier cosa le caiga mal. Importante no comer en exceso.

 

5. No mancharse la ropa comiendo.

 

6. ¡No emborracharse!

 

7. Tener cuidado con los objetos de la casa: la vajilla, mesas, vasos, floreros, etc. No quiere romper nada, por ahora.

 

8. Decirle por su nombre al novio o novia. Ojo con los apodos personales y cursis, puede quedar en ridículo.

 

9. Poner atención a los temas de conversación que pueden generar debate. Definitivamente cuando se conoce al suegro no se le debe llevar la contraria en temas como política y futbol.

 

Todo este tema es universal y ha tocado puerta en una cantidad bastante amplia de instituciones y hogares. Incluso, hoy en día existe una rama de la psicología llamada “familia” que estudia la figura de los suegros. Justamente, la profesora del departamento de psicología de la Universidad de los Andes, Karen Ripoll, afirma que los conflictos con los suegros se pueden dar porque los padres confían en que tendrán la figura del hijo siempre disponible, sobre todo cuando la relación de pareja de los padres mismos no es buena. Los hijos sirven como una especia de confidentes y cuando aparece la figura del matrimonio, los padres sienten que se los han robado.

 

Según la experta, otra situación que puede dar lugar a problemas es porque algunas familias no facilitan el proceso de independencia de los hijos. Una forma de seguir estando encima de los hijos es controlar a la persona con la cual deciden contraer matrimonio. También lo hacen porque consideran que la pareja de su hijo/a no es lo que ellos esperaban y quieren. Si el escape de los hijos para salir de la casa es el matrimonio, entonces los padres van a ver la relación de pareja y a la pareja como negativa. Además, es más fácil enojarse con alguien que no es de su propia familia.

 

Ripoll también afirmó que hay dos grandes razones por las cuales los suegros no dejan independizarse a sus hijos y siguen metiéndose en su relación de pareja. La primera, es que hay familias más cerradas que otras y aceptar a alguien al grupo familiar es mucho más complicado para ellos. Segundo, los padres no quieren que los hijos se vayan porque son fuente de apoyo ante un matrimonio difícil, o porque se trata de un padre o madre soltera que vive solo con sus hijos, y si estos se van quedarían viviendo sin familia.

 

La profesora comentó que los suegros tienen un rol central porque son las figuras paternas de la pareja de uno. Por ser los padres tienen claramente mayor influencia sobre la personas y prácticamente son sus figuras de referencia en casi todos los casos. Se piensa que ganarse a los suegros es tener un aliado porque se vuelve más fácil convencer a mi pareja sobre ciertas cosas. Acá se puede dar otro problema, ya que la pareja va a querer es que la alianza sea con ella o el, y no con sus padres.

 

Por último, agregó que aunque dos personas sean de la misma cultura y compartan valores, a fin de cuentas vienen de diferentes familias. Uno tiene que tener claro que al contraer matrimonio, entra a relacionarse con personas diferentes a uno; los padres de la pareja tienen sus propias convicciones de cómo se debe llevar una relación e incluso de cómo se deben criar los hijos. Tampoco se debe olvidar que a medida que pasa el tiempo pueden ocurrir cambios. Al comienzo la relación puede ser muy armónica, pero por ejemplo si ya se tienen hijos, los suegros van a querer y tratar de involucrase mucho más. Peor aún si desde el comienzo los suegros tienen una mala imagen de la pareja, cuando aparezca temas como la disciplina y formación de nietos, conflictos estarán a la orden del día.

 

Es interesante no sólo conocer la opinión de una experta en el tema, sino también de un ciudadano común y corriente. Para esto, se realizó una serie de pequeñas entrevistas a diferentes personas para saber cómo fue el primer con sus suegros y si a lo largo de su relación sintieron, pensaron o hicieron algo inadecuado que los llevó pasarse del margen.

 

PREGUNTAS:

 

Personas entrevistada:

 

Camila Cuberos – CC: estudiante de décimo semestre de derecho en la Universidad de los Andes. Actualmente también trabaja en una firma de abogados. 22 años.

 

Santiago Fernández – SF: graduado de administración de empresas de la Universidad Javeriana. Actualmente trabaja en una entidad bancaria en el área de mercadeo. 27 años.

 

Cristina Arango – CA: estudiante de primer semestre de ingeniería industrial en la Universidad de los Andes. 18 años.

 

Mateo Esguerra – ME: ingeniero mecánico. Actualmente trabaja en una petrolera internacional. 50 años.

 

1. ¿Cuánto tiempo después de estar saliendo con su pareja conoció a sus suegros? ¿Cómo fue el saludo con sus suegros; mano, beso, abrazo?

 

a. CC: A las tres semanas, y fue de beso con mi suegro y de abrazo con mi suegra.

b. SF: Creo que al mes y medio. El saludo fue de beso y abrazo con mi suegra y de mano con mi suegro.

c. CA: Como al mes de estar saliendo, y fue de beso el saludo.

d. ME: Diría que a las dos semanas fui a comer a la casa de ellos. El saludo fue de mano a los dos.

 

2. Al momento de estar solo con alguno de sus suegros, o con los dos, ¿ha tenido largos minutos de silencio en donde no tienen absolutamente nada de qué hablar? Describa un poco la situación.

 

a. CC: Nunca, siempre tengo de que hablar. Hablamos hasta por los codos.

b. SF: ¡Sí! Cuando los conocí, mi novia y la mamá se fueron a la cocina y mi suegro no me habló por unos buenos minutos. Yo le trataba de poner tema de conversación, pero me respondía con monosílabas siempre. c. CA: No, nunca me ha pasado. ¡Me he cuadrado con los más habladores de todo Bogotá!

d. ME: Creo que no. Aunque la comunicación ha sido siempre seria y formal, sobre todo al comienzo, las palabras siempre han fluido.

 

3. ¿En algún momento se sintió o se siente atraído/a por su suegro o suegra? ¿Le parece lindo o linda alguno de los dos?

 

a. CC: No. Ni se me cruza por la cabeza mirarlos de esa forma.

b. SF: No me siento atraído por mi suegra, pero considero que es una mujer físicamente linda.

c. CA: ¡No! ¿qué es esa pregunta? ¡Ni a bate!

d. ME: ¡Jamás!

 

4. ¿Se ha emborrachado con sus suegros?

 

a. CC: No. He tomado con ellos, peor borracha jamás.

b. SF: No. Hemos tomado vino en comidas, pero de ahí no pasa.

c. CA: No, he tenido una relación bastante formal con mis suegros.

d. ME: Varias veces. Todas en año nuevo.

 

5. ¿Alguno de sus suegros lo han amenazado o le han tratado de imponer alguna forma de actuar o pensar?

 

a. CC: No. Siempre han aceptado mi manera de pensar, incluso a veces me ´maman gallo´.

b. SF: Tal vez mi suegro trata de guiarme por el camino de sus creencias e ideas, pero hasta hoy en día no ha podido influenciarme ni cambiarme.

c. CA: No, todos han sido comprensibles y respetuosos con mi forma de pensar. Aunque si hemos tenido debates formales y objetivos.

d. ME: Nunca. A pesar que pensamos diferente y tenemos discusiones respetuosas y serias, jamás han tratado de imponerme nada. Digamos en el caso de los nietos, han sido comprensivos y respetuosos con todas las decisiones que hemos tomado. Los comentarios que nos hacen son más constructivos que destructivos.

 

6. ¿Qué le han criticado o que es lo que más le critican de usted o su relación con su pareja?

 

a. CC: Que somos muy intensos.

b. SF: ¡Que quieren nietos ya!

c. CA: Que no voy casi a la casa de mis suegros a visitarlos.

d. ME: Que nos quedó faltando una nieta; tenemos dos varones.

 

7. ¿Ha tenido alguna discusión o discrepancia con sus suegros por algún motivo? ¿Qué tan grave o fuerte fue?

 

a. CC: Si he tenido discrepancias, pero ninguna grave. Simplemente discusiones de mesa siempre políticamente correctas.

b. SF: Una vez peleamos porque él está en contra del matrimonio entre homosexuales; le parece de lo peor. También hemos discutido por el fútbol; yo soy de ´Millos´ y el del ´Santa fesucho´.

c. CA: La verdad considero que he sido buena nuera, pero una vez si peleamos por una segunda reelección de Álvaro Uribe. Yo estaba totalmente a favor, y esto les daba un poco de rabia. Me decían que no entendían como una persona tan educada podía defender y pedir cuatro años más del gobierno de Uribe.

d. ME: No fue una discrepancia fuerte ni grosera, pero al comienzo no compartían la idea de meterlos al colegio al cual asistieron. Hoy en día se han dado cuenta que fue una buena y acertada decisión.

 

8. ¿Cuál ha sido el momento más incómodo que ha tenido con ellos?

 

a. CC: Hasta el momento ninguno y espero que siga así.

b. SF: El que describí anteriormente. Cuando conocí a mi suegro estuvimos cinco minutos en la sala sin decir ni ´mu´. Sentí que fueron horas enteras.

c. CA: Que regañen a mi novio delante de mí. Una vez mis suegros le dijeron: “si no se calla le vamos a dar una pela”, y yo estaba sentada al lado de él.

d. ME: ¡Cuando fui a pedirles la mano de mi esposa! Estaba demasiado nervioso.

 

9. ¿Considera que alguna vez ha cruzado el margen con sus suegros? ¿O ellos con usted?

 

a. CC: No, siempre hemos tenido una relación respetuosa en el ámbito de la confianza.

b. SF: La verdad una vez vi por error a mi suegra en toalla y me dio mucha pena. No fue mi culpa, estábamos en un paseo en la playa.

c. CA: No. Siempre he sido muy respetuosa.

d. ME: No sé cuál sea el margen exactamente, pero la verdad no lo creo. Todos tenemos las cosas más que claras.

 

10. ¿Definitivamente qué no se debe hacer con los suegros?

 

a. CC: Si mi novio no sé dónde está, jamás llamaría a ellos a preguntarle por su ubicación o lo que anda haciendo.

b. SF: Coquetearles.

c. CA: En mi opinión, incluso ni me vería con ellos. Pero si me ponen a escoger algo, no debería uno fumar, tomar, decir groserías, y por último entrar al cuarto de ellos bajo ninguna circunstancia así me hayan invitado a seguir.

d. ME: ¡Dejarlos pasarse del margen! Así como uno respeta y se abstiene de cruzar ciertas fronteras, ellos deben hacer lo mismo; esto es fundamental.

 

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